La lavadora, ¡qué sería de nosotros sin este gran invento!
Ciclo corto, sport, algodón, sintético, opción “lavar a mano”, 30 minutos, prelavado… seguro que usas habitualmente sólo dos funciones de tu lavadora, te conoces al dedillo la duración y el ruido que hace, pero ¿y si te contamos que lo que importa es la separación, la temperatura, la cantidad y el programa escogido?
1. Algodón, sintético, lana…
Estamos metiendo la ropa sucia dentro del tambor y como no tenemos mucho que lavar, lo metemos todo junto… ¡Ni se te ocurra meter la camiseta roja de algodón con la camisa blanca de lino! Lo ideal es separar primero por temperatura (frío o templado), después por materiales o tejidos y por último, por colores. Cada oveja con su pareja, o lo que es lo mismo: Separar es la clave
2. ¿10, 30 o 40 grados?
Como te adelantamos en el primer punto, la temperatura es importante. Cuando dudamos ante los colores o las prendas que vamos a poner en la lavadora, tendemos a lavar siempre en frío para que no se destiña ni se dañe; Sin embargo casi todas ellas especifican en su etiqueta la temperatura que requieren para un buen lavado evitando así que se estropeen antes.
3. “Con dos cacitos, para que se vaya toda la suciedad”
Emplear más jabón no implica que la ropa quede más limpia. ¿Te suena una bola espumosa de jabón mezclada con pelusas o arena? El usar demasiado jabón puede impedir que la colada se haga correctamente. Sigue siempre las indicaciones de los detergentes —por algo están ahí—. Además, ¿sabías que el detergente en polvo es el ideal para prendas blancas mientras que el líquido funciona mejor con los colores?
3. “Todo pa’ dentro”
Poner una lavadora a medio llenar nos parece una locura por el gasto de agua y energía; aunque si la cargamos demasiado, el tambor girará con dificultad y esto lleva al desgaste de las piezas que lo forman haciendo que la vida de nuestra lavadora se acorte. Encima, al no tener espacio suficiente, nuestra ropa no se lavará correctamente y saldrá arrugada. Llénala, pero dejando espacio suficiente para que todo pueda moverse con facilidad.
4. “Todos los programas son iguales”
Cada tejido requiere una cantidad de agua, temperatura, número de revoluciones, la duración… Lee las etiquetas antes de hacer la colada y alargarás la vida de tu prenda: Las toallas, en el de algodón y entre 40ª y 60º; las sábanas solas; la ropa delicada de vestir, con treinta minutos es suficiente y lo ideal es que vayan en una red de lavado. Al usar el programa adecuado, la cantidad de agua que se usa es la necesaria, ni más ni menos.
5. No limpiar la lavadora
Lo recomendado es limpiarla cada estación: los bañadores y toallas implican restos de arena, los abrigos de invierno pierden plumas por doquier… Vacía el filtro de pelusas —encontrarás aquel pendiente que te regaló tu madre o varias monedillas de 1 ctm—; limpia la junta de la puerta con un paño seco y deja que se seque tras cada lavado. De vez en cuando haz un lavado sin ropa a 90º para limpiar el tambor y voilá.
Ya sea por exceso o por defecto, evitando estos errores no sólo conseguiremos que la ropa nos dure más, supone menos gasto de dinero, menor consumo de agua al adaptar cada programa y lo más importante: alargar la vida de nuestro electrodoméstico.
Y si ya no queda remedio y se te estropea, recuerda que en Grancatek somos especialistas en reparación de grandes marcas como Siemens, Indesit, Balay, Bosch, Samsung, Whirlpool, Beko, AEG, Zanussi, Miele, Electrolux…
Al cuidar más de tu lavadora, estarás cuidando más tu bolsillo.