El frigorífico es uno de los electrodomésticos que menos se limpian en cualquier casa, pero hay que mantenerlo lo más perfecto posible para que nuestros alimentos estén en buen estado. Por esa razón, te daremos una serie de consejos que te ayudarán a mantener la nevera en buenas condiciones
Muchas son las personas que creen tener sus neveras limpias. Sin embargo, no todos saben qué deben hacer para mantenerla en perfecto estado de revista. Lo cierto es que mantener el frigorífico limpio ayuda a que no se acumulen olores, a que no se contaminen los alimentos y a que existe un menor riesgo de intoxicarse. De ese modo, te ofrecemos una serie de consejos con los que vas a poder mantener tu nevera en buen estado y, además, esté lista casi como el primer día para seguir con su vida útil. Hay que recordar que se recomienda una limpieza de nevera cada tres o cuatro meses.
– La nevera se limpia desenchufada: El primer paso para empezar a limpiar tu nevera es desconectarla de la corriente. Con este sencillo paso vamos a poder limpiarla ahorrando un poquito de energía y sin ese molesto pitido que recuerda que la puerta está abierta.
– Los alimentos, fuera de la nevera: Una vez desenchufada, toca extraer todos los alimentos que tengamos en ella. Así será mucho más sencillo limpiar y llegar a todos los rincones sin estar tropezando con nada y que los productos de limpieza que empleemos no queden dentro de la nevera. Además, echaremos un vistazo a los alimentos que tenemos y sabremos de primera mano si siguen estando óptimos para el consumo. Asimismo, lo ideal sería guardar los alimentos en bolsas isotérmicas.
– Retirar todo lo que sea desmontable: Bandejas, cajones y hueveras pueden limpiarse fuera de la nevera. De ese modo, se pueden limpiar de forma mucho más sencilla. Por otro lado, hay algunas de esos elementos desmontables de las neveras que se pueden llegar a limpiar en el lavavajillas, lo cual supone un punto de comodidad interesante.
– Limpiar con agua y jabón: Para poder iniciar la limpieza de una ver todos debemos tener en cuenta que el agua y el jabón son los primeros aliados. Y son los primeros porque ellos sólo van a limpiar la parte superficial del frigorífico en cuanto a las bacterias se refiere. No obstante, es el primer paso para luego ir con una limpieza más a fondo.
– El vinagre, un buen aliado: Tras esa primera limpieza llega el momento de finiquitar a las bacterias que se acumulan en la nevera. Puede llevarse a cabo mediante un producto químico específico o bien con vinagre. Dada su acidez, el vinagre es un desinfectante natural que no deja residuos sintéticos. Por otro lado, es importante limpiar también las gomas de las puertas dado que ahí es donde puede llegar a concentrarse hongos.
– Hay que dejar que la nevera se seque: Una vez se ha finalizado el proceso de limpieza daremos uno de los últimos pasos que es el secado. Dado la importancia que tiene el secado hay que abrir bien la puerta de la nevera para que no quede ni una pizca de humedad. Asimismo, podemos acelerar este proceso secando toda la nevera utilizando papel, lo cual es más costoso. Aun así, acabaremos mucho antes de limpiar la nevera.
– La puerta también se limpia: Por supuesto hay que tener en cuenta que la limpieza de la puerta debe ser constante, así como del manillar de la propia nevera. Son dos elementos comunes del día a día donde se suelen acumular bacterias. Por ello, es un acto que debe realizarse de forma repetida para poder tener la nevera en óptimas condiciones.