La organización y la limpieza son dos puntos bastante básicos dentro del orden que hay que llevar en un elemento tan básico como el frigorífico
Todas las casas tienen su orden y su limpieza. De hecho, uno de los sitios donde se lleva a cabo una limpieza de forma más continuada es en la cocina. Allí es donde se preparan las distintas comidas del día y donde se suele comer, por lo que es vital que esté impoluta para evitar muchos males. Sin embargo, otra de las partes fundamentales de cada hogar y que no lleva una limpieza adecuada o un orden establecido es la nevera, un elemento trascendental.
De hecho, el frigorífico es uno de los sitios que menos se limpia y que menos se ordena. No obstante, hay que tener en cuenta la importancia que tiene y ponerla en valor a la hora de llevar a cabo esta tarea que no es tan tediosa como parece. En ese sentido, para que puedas sentirte más cómodo y a gusto con tu nevera, vamos a ofrecerte una serie de consejos que te van a ayudar en el día a día para que esté en perfecto estado de revista para su uso y disfrute.
Los productos frescos, a la parte de abajo
Una de las primeras cosas que hay que tener claras es que la nevera tiene que estar limpia porque va a contener los alimentos que vamos a ingerir. Una mala limpieza puede conllevar la aparición de hongos y bacterias bastante nocivas.
Dicho esto, a la hora de ordenarla es preferible colocar los productos frescos en la parte baja del frigorífico. Verduras, carnes y pescados deben estar ahí porque, en caso de que suelten algún tipo de líquido, sólo ensuciarán esa parte. Además, es la zona más fresca de cualquier nevera que se precie.
El uso de recipientes es más que recomendable
Otro de los trucos que sirven tanto para limpiar como para organizar es el de guardar los productos en recipientes. De esa manera, se evitan tanto los olores que puedan impregnar a otros alimentos como que puedan manchar cualquiera de las baldas de la nevera. Es un dos por uno sencillo para tener en cuenta.
Organizar el frigorífico por categorías, un plus
Aprovecha cada una de las baldas para colocar un grupo determinado de productos o de alimentos. De esa manera, será mucho más sencillo reconocer dónde está cada producto, dónde colocarlo y la nevera nunca será un caos.
Cada balda con su paño para mantener una mayor limpieza
Parece un gesto del que puedes pensar que es demasiado, pero ahorra mucho tiempo a la hora de limpiar. Colocar un paño absorbente en cada balda ayuda en caso de que se derrame algún producto dentro del frigorífico. Así te será más fácil limpiar en caso de que sea estrictamente necesario.
Aunque no parezca sucia, hay que limpiar la nevera
Este paso es, quizás, el más fundamental. No hay que tener miedo a hacer una limpieza a la nevera ni obsesionarse con ello. De hecho, si se siguen los trucos relatados anteriormente no debería de haber problemas y todo será más rápido. Aun así, cada dos días es recomendable pasar una bayeta por las baldas para que no haya ningún problema con bacterias u hongos. Además, es importante limpiar cajones, paredes y juntas para que la limpieza sea completa.